La Generación Alfa tiene una influencia gigantesca en las compras

No levantan a veces un palmo del suelo, pero los niños adscritos a la Generación Alfa son consumidores extraordinariamente voraces y tienen a la chista callando muchísimo poder de compra, por lo no merecen en modo alguno ser ninguneados por las marcas (a menudo demasiado concentrada en tirar la caña a los centennials).

De acuerdo con un reciente estudio llevado a cabo en Estados Unidos por DKCla Generación Alfa tiene a su corta edad (hablamos de niños de entre 8 y 13 años) un gran impacto financiero en los hogares. No en vano, los niños de este grupo demográfico se gastan una media de 45 dólares cada semana, el equivalente a 2.350 dólares al año y a 50.000 millones de dólares si sumamos el poder de compra de toda la Generación Alfa que reside en Estados Unidos.

Conviene además hacer notar que el 36% de los niños de la Generación Alfa obtiene ingresos mediante la venta y reventa de artículos en la red de redes (y no está, por ende, única y exclusivamente a merced de sus padres para dar alas a acendrado consumismo). El 47% emprende asimismo tareas fuera del hogar (hacer de canguro, por ejemplo) para llenar la hucha. Y más comúnmente este grupo demográfico es remunerado por sus padres a cambio de acometer tareas dentro del hogar (69%) y a modo de recompensa por haber hecho gala de un buen comportamiento o haber sacado buenas notas (73%).

En el hecho de que la Generación Alfa sea tan aficionada al consumo influye que hoy por hoy el gasto de dinero está literalmente a apenas un botón de distancia. «Actualmente los niños de 10 años no se topan con los obstáculos con los que tradicionalmente tenían que bregar a la hora de gastar dinero y ello tiene muchísimo impacto en la manera de contemplar el dinero y también de gastarlo», explica Matt Traub, COO de DKC, en declaraciones a Fast Company. «Los pagos digitales in-app han eliminado la fricción de tener que planificar de antemano el gasto, pedir a los padres que abran la cartera, llevar el dinero a la tienda y comprar allí el artículo deseado», añade Traub.

Las apps se lo ponen asimismo más fácil a los niños a la hora de acometer compras en los puntos de venta físicos sin llevar necesariamente encima dinero en metálico. Y al salir del colegio, una niña puede ir, por ejemplo, a Starbucks y comprar allí un batido gracias a la cuenta de sus padres en este establecimiento (que ha sido habilitada previamente en su teléfono móvil).

Que el dinero esté más fácilmente al alcance de los niños no quiere decir en todo caso que la Generación Alfa sea particularmente manirrota. De hecho, el 76% de los padres consultados por DKC en su informe asegura que sus hijos toman mejores decisiones de compra que ellos a su misma edad. Y no solo eso. El 69% afirma que sus hijos están perfectamente familiarizados con el concepto de valores corporativos.

 

Las decisiones de compra en los hogares se toman muchas veces al dictado de la Generación Alfa

La Generación Alfa tiene además muchísima influencia en el gasto emprendido en el seno de los hogares. No en vano, el 49% del gasto está influido por los niños de la Generación Alfa. En esta misma línea, el 92% de los padres confiesa que descubre a menudo nuevas marcas, productos y servicios a través de sus hijos. Y ello influye en la que manera en que los adultos invierten su dinero en todos los ámbitos de actividad, ya sea para comprar alimentos, moda o música.

Debido a la influencia de la Generación Alfa en las decisiones de compra de los adultos Traub ha rebautizado a esta cohorte demográfica con el nombre de «Gateway Generation». Al fin y al cabo, los más pequeños de la casa son la puerta de acceso de los mayores a un buen número de marcas y sus productos y servicios. «Esto significa que si las marcas logran capturar adecuadamente la atención de la Generación Alfa, pueden también acceder al poder de compra de sus padres, que están habitualmente adscritos a la Generación del Milenio«, dice Traub.

No obstante, la influencia de la Generación Alfa en sus padres es en realidad de naturaleza bilateral y fluye en ambos sentidos. No en vano, las tiendas favoritas de los más pequeños de la casa (Walmart, Amazon y Amazon) son también en buena medida los puntos de venta predilectos de sus progenitores.

Si nos detenemos en las marcas favoritas de la Generación Z, la lista la lidera Nike, seguida de Amazon, Walmart, Adidas, Apple, LEGO, Target, Starbucks, Disney y Nintendo. A los niños les fascina además el lujo y el 69% de los padres asegura que sus hijos hacen gala de una clara predilección por las marcas de naturaleza premium.

De todos modos, los niños son también consumidores conscientes y el 66% de los padres confiesa que sus hijos les imploran que donen dinero a causas benéficas. Además, la Generación Alfa se siente también especialmente concernida por temas como la diversidad, la igualdad y la inclusión (68%) y la sostenibilidad es igualmente una preocupación de primer orden (63%) para los más pequeños de la casa.

En tanto en cuanto la Generación Alfa está muy apegada a las redes sociales, ello mueve también en último término a sus padres a prestar más atención a los influencers que allí se desenvuelven para comprender mejor la manera en que estos influyen en sus hijos. Así lo confiesa el 94% de los padres. Y el 54% de los progenitores están asimismo más prestos a efectuar compras influidos por los anuncios y los influencers que siguen sus hijos en las redes sociales.